La industria de la moda ha crecido desconsoladamente en la última década gracias al Fast Fashion y hoy la moda sostenible suena con más fuerza que nunca.
La filosofía de la moda sostenible fue dicha una vez por Vivienne Westwood de la mejor manera: “compra menos, elige bien y hazlo durar”.
La moda sostenible responde a la problemática ambiental, la cual cada vez va en aumento y en forman desmedida. Prendas durables, de calidad y elaboradas en condiciones laborales éticas, son los elementos principales que ayudan a frenar el consumo excesivo del Fast Fashion, que tanto daño le hace al planeta y a los trabajadores.
¿Cuántas veces hemos comprado por impulso prendas que se quedan meses guardadas en el clóset, sin ni siquiera preguntarnos de dónde vienen o cuál es la vida que tendrán después de su compra? Es momento de cuestionarnos esto cada vez que compramos, para poder contribuir a ser consumidores más responsables.
El término del Slow fashion apareció en el 2007 en Londres gracias a Kate Fletcher, profesora de Sostenibilidad, Diseño y Moda en el Centre for Sustainable Fashion, como antítesis del Fast fashion.
La popularidad de la moda sostenible tuvo un aumento destacable en el 2013, tras la tragedia del derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh, un centro de manufactura textil en donde murieron 1,134 personas que trabajaban para marcas de fast fashion con pésimas condiciones de trabajo.
Creo que la moda ya ha llegado a un punto en donde la sostenibilidad debería de ser prioridad antes que el tener más y más artículos que sólo nos durarán unas cuantas semanas.
La moda sostenible contempla una producción mucho más responsable y transparente, la cual incluye: producción menos frecuente y con piezas limitadas, fibras y textiles naturales y de calidad, condiciones laborales éticas y tomar en cuenta cuál será la vida de las prendas después de que salen de la tienda.
Fashion Revolution es una organización que busca crear moda ética y humana y ha ayudado a que mucha gente se concientice acerca del lado oscuro que hay detrás de cada marca de Fast Fashion para poder optar por consumir marcas sostenibles y responsables con el medio ambiente y con las condiciones laborales.
La moda sostenible va cada vez en aumento porque el planeta pide cada vez más fuerte nuestra ayuda. Sin embargo, nada cambia si nosotros no cambiamos la manera en la que consumimos; al final es la oferta y demanda la que fomenta que la moda sea cada vez más rápida.
Es nuestra responsabilidad ser más conscientes al momento de consumir moda. Por eso, ¡escojamos la moda sostenible!
Cada vez que compremos moda preguntémonos ¿de dónde viene la prenda? ¿realmente la necesito?
xx, G
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