Seguramente, cuando pensamos en Año Nuevo, se nos vienen a la cabeza las lentejuelas y los brillos y, por supuesto, que las incluimos también en nuestro outfit para recibir el nuevo año con toda la energía.
Pero, ¿de dónde vienen las lentejuelas?
Los inicios de las lentejuelas, que tanto nos gustan hoy, se remontan al Antiguo Egipto, en donde se podían encontrar prendas recubiertas de discos pequeños fabricados en oro, plata o bronce, que se utilizaban como símbolo de estatus, poder y lujo. Después de un tiempo se convirtieron en elementos puramente decorativos y estéticos de la indumentaria.
En los años 20’s las lentejuelas de metal se popularizaron y la ropa femenina se llenó de pequeños metales en forma de lentejuelas, lo que ayudó a capturar la esencia divertida y liberadora de las flappers. Pero no fue hasta los años 30’s que se originaron las lentejuelas que hoy conocemos.
Las lentejuelas tal y como las conocemos hoy tienen su origen en Nueva Jersey, Estados Unidos en 1934 cuando Henry Rushman, en un intento por deshacerse de los residuos plásticos de la empresa en donde trabajaba, quedó asombrado al darse cuenta que al quemar el plástico, en un punto del proceso, éste se convertía en un elemento brillante y reflexivo.
Este accidental descubrimiento no sólo le permitió a Rushman deshacerse de los desechos, sino que patentó su invento y creó su propia empresa de fabricación de lentejuelas: Meadowbrook Inventions, la cual sigue existiendo hoy como el mayor productor de lentejuelas en el mundo.
Aunque se siguieron, y se siguen utilizando lentejuelas de metal, poco a poco se fueron agregando diferentes formas y colores al plástico y llegaron a cubrir todo tipo de prendas y accesorios de una forma mucho más fácil y económica. Este mismo proceso, en diferente gramaje y densidad, es el que se utiliza para crear la diamantina, los brillos en el maquillaje o la escarcha.
En los años 70’s las lentejuelas tuvieron su auge: no podríamos imaginar la época disco sin las lentejuelas, de todos los colores, formas y tamaños. En estos años las prendas tenían como propósito brillar y brillar y, definitivamente, no hubiera sido lo mismo sin la ayuda de las lentejuelas de hoy.
Nuestros looks, sin importar si es de día o noche, toman un giro diferente e interesante al agregar brillo a través de las lentejuelas ¡No tengas miedo de usarlas sin importar la hora del día!
Las lentejuelas llenan nuestra ropa de destellos y de una textura única que le agregan un toque festivo, el cual es perfecto para Año Nuevo.
¡Feliz Año Nuevo! Deja que este nuevo año te sorprenda y recíbelo con mucho brillo en tus outfits…
¡Gracias por formar parte de Your Fashion Dose!
xx, G
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