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Hombreras

Este verano las hombreras resurgen con gran fuerza… los looks favoritos de la temporada incluyen una t-shirt con hombreras.


Como todo en la moda regresa, ahora regresan las hombreras para introducirse en un look mucho más relajado e informal.


La historia de las hombreras empieza en el siglo XV, ya que fue cuando se empezó a incorporar volumen en los hombros con el propósito de que, la gente de la clase alta, destacara ante la sociedad y reflejara imponencia y grandeza.


Pero las hombreras tal y como las conocemos hoy, se introdujeron y realmente se popularizaron en la década de los 30’s. La Segunda Guerra Mundial impulsó a las mujeres a entrar al campo laboral y, por lo tanto, a buscar ropa mucho más cómoda para trabajar. Al entrar en un mundo que estaba destinado únicamente para los hombres, buscaron introducir prendas con un aire masculino y, con el uso de las hombreras, lograron ampliar la espalda de la mujer para darle un aspecto más robusto y varonil.


Rápidamente esta tendencia se empezó a implementar en prendas más femeninas y, definitivamente, logró su boom en la época, gracias a que Elsa Schiaparelli las incluyera en sus colecciones de 1931. Sin embargo, lo que terminó de popularizarlas, fue cuando la actriz Joan Crawford usó un vestido con hombreras en la película “Letty Lynton” en 1932. Las hombreras se introdujeron en la indumentaria femenina y la hicieron más vistosa y elegante.

Joan Crawford en “Letty Lynton” (1932)

Al terminar la guerra, las mujeres retoman la feminidad delicada y el enfoque pasa de los hombros a las caderas y, es entonces, cuando esta tendencia empieza a decaer. Sin embargo, las hombreras se conservan en trajes, sacos y chaquetas masculinas.


Más tarde, en los años 70’s Yves Saint Laurent toma como inspiración elementos y siluetas de los años 40´s para su colección primavera/verano 1971 y reincorpora las hombreras en sus diseños, pero esta colección fue altamente criticada y rechazada. Lo que muchos no sabían es que Saint Laurent, con su visión revolucionaria, estaba introduciendo lo que tan sólo unos años después sería un must en la moda.


Después de la década de los 70´s se produjo un cambio en la sociedad: la cultura yuppie, en la cual los jóvenes trabajaban arduamente para obtener prestigio, lujo y estatus. A través de su vestimenta lograban proyectar una imagen de ambición, autoridad y poder y el uso de las hombreras era clave en cada prenda que utilizaban para lograr comunicarlo.


Las prendas femeninas volvieron a tomar un giro masculino y, fue Pierre Cardin quien incorporó este elemento a sus diseños; con ellos, las mujeres podían ser escuchadas y tomadas en cuenta en el campo laboral. Al ensanchar sus espaldas, dejaban a un lado la parte delicada de la feminidad. Fue así como las hombreras se popularizaron y se convirtieron es un statement de la década de los 80.


La primer ministro Británica Margaret Thatcher fue un símbolo de esta tendencia a finales de los años 80’s. Ella usaba hombreras para reflejar una imagen de una mujer poderosa, autoritaria y fuerte, ya que fue ella la primera mujer en ocupar ese cargo y su vestimenta le ayudaba a reafirmarlo.

Margaret Thatcher

Definitivamente no podríamos imaginar la vestimenta de los años 80’s sin sus grandes hombreras y hoy están de regreso de una manera fresca y causal.

El básico outfit de jeans y t-shirt ahora se ve reinventado gracias a la hombreras: el look se transforma, de básico a edgy con solo un implemento.


La hombreras nos ayudan a destacar y a elevar el mensaje de poder que enviamos al vestir.


¿Te gusta el resurgimiento de las hombreras?


xx, G

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